- ¿Tienes miedo?
- Mucho. Demasiado, diría yo… ¿Y tú?
- Quizás. En realidad no lo sé… Verás hace mucho tiempo que no me sentía así. En parte supongo que será el miedo. Miedo a perderte, a perderme a mí mismo, a no volver a ser tan feliz como lo soy ahora mismo, a ser incapaz de mantener los pies sobre la tierra, a olvidarme de todo lo demás y centrarme solo en ti y en lo que siento… Pero a mí siempre me habían dicho que el miedo era otra cosa. Que era una sensación horrible, espeluznante, que nos hiela el corazón y nos impide ser felices…
Se miraron largo rato, parecía que el tiempo se había parado.
- ¿Sabes? Ya no tengo miedo. Se acaba de esfumar por completo. Ahora comprendo que no es miedo lo que tengo, sino unas inmensas ganas de amarte a todas horas, de reírme del paso del tiempo y ver que sigo junto a ti, y sobre todo, pase lo que pase, de ser feliz, extremadamente feliz.
- ¿Y lo eres?
- Mucho. Demasiado, diría yo… – pronunció Ella mientras esbozaba una feliz sonrisa. - ¿Y tú?
- No sé cómo explicarlo… Jamás me había sentido así... Pero es una sensación maravillosa.
Daría igual lo que pasase mañana. Eran valientes, estaban dispuestos a todo. Y pasase lo que pasase, habría merecido la pena.
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- Felicidad, que bonito nombre tienes.
- ¡Buen finde a todos!
4 comentarios:
Hey gracias por pasarte. Tienes un blog muy dulce. Y la entrada, bueno... tiene que ser genial sentir así y que sientan por ti lo mismo. Un besazo. Me iré pasando.
Que romántico :)
Me gustó mucho!
Muáá
Ah! Que bonito texto!!!!!!!
Mucho amor se respira x aki :)
Un beso enorme loreeeeeeee felices vacas!
Hola! Muchas gracias por pasarte! Me encanta tu blog sobre todo la foto principal, te sigo :)
Ahora estaré un tiempecillo sin actualizar que me voy de viaje pero espero que no dejes de visitar mi blog, un beso!
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