Acabamos como empezamos,
con el frío metido hasta los huesos.
Todo lo que sé del Invierno me lo enseñaste tú.
Me enseñaste que casa eran todos los colchones capaces de protegernos del frío.
Luego comprendí que para qué quería colchones teniendo tus abrazos,
y me dí cuenta que hogar eras tú y tus besos en la clavícula.
Puede que en realidad no tuviese ni idea de qué era el Invierno,
porque no sentía frío cerca de ti.
Y ya me dirás.
Entonces un día decidiste dejar mi colchón helado,
y, caramba, aprendí de golpe.
Los Domingos nos vuelven nostálgicos, y eso, por qué no,
también me lo enseñaste tú.
Ya me explicarás, la próxima vez que nos resucitemos,
para qué me sirve la nostalgia si no estás para resguardarme de ella.
Pero aquí habíamos venido para hablar del Invierno.
De lo mucho que me gusta y lo triste que me pone.
Como tú.
Porque tú eras Invierno.
Y así quién quiere cuatro estaciones.
6 comentarios:
Es precioso lo que has escrito.
Ay el amor, es tan bonito...
me quedo con la parte de "Porque tu eras Invierno, y asi quien quiere cuatro estaciones" muy bonito, me ha encantado.
Muchas gracias por pasarte, un besito!
El invierno se hace menos frío con la compañía de un buen maestro de las caricias y los besos acogedores.
Muy buen texto!
Un beso enorme :)
Quizás es hora de abrirle las puertas a un eterno verano.
Me encanta cómo escribís, y me encanta tu blog. Te sigo desde ya.
Un abrazo enorme!
Maravilloso. Me he quedado alucinada con esta entrada. Nadie sabrá lo que puede llenar el invierno hasta que no entre aquí y lea estas líneas. Te felicito.
Que bonito lo que escribes
Hola! Te sigo, (en twitter y tumblr tb jajaj) Antes tenía otro blog pero he hecho uno nuevo para empezar de cero, me encantaría que me siguieras! Adoro tu blog.
un beso!
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